Las semillas son un elemento crucial para la cultura, la soberanía y la autonomía alimentaria de los pueblos. Desde el inicio de la agricultura, las semillas han acompañado libremente a los agricultores, sin restricciones en su producción, conservación, uso, intercambio y comercialización. No obstante, hoy en día se encuentran bajo amenaza. Unas pocas corporaciones controlan gran parte del sistema de semillas a nivel mundial, imponiendo leyes de propiedad intelectual y normas que limitan su libre uso y circulación. Pretenden que los agricultores solo utilicen semillas protegidas legalmente por estas empresas, criminalizando el uso de las semillas criollas.
En respuesta a esta situación, la Red de Semillas Libres de Colombia surge como un espacio abierto y descentralizado que reúne a diversas organizaciones locales y sociales. En ella convergen comunidades campesinas, indígenas, afrodescendientes, pequeños productores, agricultores urbanos, ONG, grupos académicos, colectivos artísticos y consumidores. Su objetivo principal es fortalecer el control local de las semillas y defenderlas frente a la privatización y el control monopólico que amenaza la soberanía y la autonomía alimentaria de los pueblos.
La Red busca fortalecer y visibilizar los procesos locales de recuperación, manejo y libre circulación de semillas. Además, difunde información y promueve acciones de incidencia frente a las políticas y leyes que permiten la privatización de las semillas, la expansión de la agricultura corporativa y los cultivos transgénicos. Estos últimos representan una amenaza para los sistemas vivos de semillas y la soberanía alimentaria de las comunidades colombianas.
La Red de Semillas Libres también busca articular acciones, redes y circuitos en los ámbitos local, regional, nacional e internacional. Su objetivo final es defender las semillas y la soberanía alimentaria de los pueblos, promoviendo la construcción de una Colombia libre de transgénicos.
Para más información, visite la página web de la Red de Semillas Libres de Colombia: https://semillas.org.co/
Preocuparse por la salud desde la juventud es clave para el bienestar futuro. El Programa de Salud Joven de AstraZeneca se enfoca en adolescentes y jóvenes (10-24 años) para prevenir enfermedades no transmisibles como cáncer, diabetes, enfermedades cardíacas, respiratorias y mentales.
No están solos en esto. Desarrollado junto a Plan Internacional, UNICEF y la Escuela de Salud Pública Johns Hopkins Bloomberg, el programa combina acciones en diferentes esferas: territorio, investigación, incidencia e influencia.
Más allá de lo físico. El programa va más allá del cuerpo, integrando la salud y los derechos sexuales y reproductivos con el bienestar emocional, siempre considerando la perspectiva de género. Además, aborda los factores sociales, económicos, culturales y psicológicos que influyen en la salud y el bienestar de los jóvenes.
Crear entornos protectores. El programa no solo trabaja con los jóvenes; también busca crear entornos seguros y empoderarlos para tomar decisiones informadas sobre su salud.
Un impacto global. Desde 2010, el programa ha beneficiado a más de 1’456.415 personas en diversos países.
En Colombia, presente. Actualmente, el programa está activo en Bogotá (localidades Suba, Engativá y Fontibón) y Cundinamarca, proyectándose hasta diciembre de 2025.
Súmate al cambio. El Programa de Salud Joven es una iniciativa fundamental para construir una generación más saludable, empoderada y consciente de su bienestar integral. ¡Conoce más y participa!
Para más información: https://www.plan.org.co/proyectos/programa_de_salud_joven/
La Comuna 13, ubicada en las laderas occidentales de Medellín, Colombia, ha experimentado una transformación radical en las últimas décadas. De ser uno de los barrios más peligrosos del mundo, marcado por la violencia del narcotráfico y las guerrillas, se ha convertido en un vibrante espacio cultural y símbolo de esperanza.
En la década de 1980, la Comuna 13 se convirtió en un escenario de guerra entre bandas criminales, paramilitares y el Estado colombiano. La pobreza, el desempleo y la falta de oportunidades alimentaron la violencia, convirtiendo la zona en un lugar donde la vida no valía nada.
Tras la muerte de Pablo Escobar en 1993, la Comuna 13 comenzó a buscar un nuevo camino. El arte urbano se convirtió en la voz de la comunidad, reemplazando las armas por aerosoles. Graffitis, hip hop, breakdance y otras expresiones artísticas llenaron las calles con historias de paz, esperanza y resiliencia.
El Estado colombiano también jugó un papel importante en la transformación de la Comuna 13. La construcción de seis escaleras eléctricas y un metrocable facilitó la movilidad de los habitantes y conectó la comuna con el resto de la ciudad. Esto permitió el acceso a la educación, la salud y el empleo, impulsando el desarrollo económico y social de la zona.
El turismo ha sido otro factor importante en la transformación de la Comuna 13. Miles de visitantes llegan cada año para admirar el arte urbano, conocer la historia de la comunidad y disfrutar de la gastronomía local. Este flujo de turistas ha generado nuevas oportunidades de empleo y ha contribuido a mejorar la calidad de vida de los habitantes.
Visitar la Comuna 13 no solo implica disfrutar del arte urbano y la gastronomía local. Es conectar con una comunidad resiliente, conocer su historia y ser testigo del poder del arte y la cultura para transformar una sociedad. Es un viaje del pasado violento al presente vibrante, un mensaje de esperanza y un símbolo del renacer de Medellín.
La transformación de la Comuna 13 es un ejemplo para el mundo. Demuestra que es posible superar la violencia y construir un futuro mejor a través del arte, la cultura, la educación y el desarrollo social. La Comuna 13 es un símbolo de esperanza para las comunidades que han sido afectadas por la violencia y un modelo de transformación social que inspira a otras ciudades del mundo.
Para más información: https://mieocolombia.com/
Medellín, Colombia – La transformación urbana de Medellín no solo se limita a edificios y calles. En las laderas de la ciudad, un proyecto verde y vibrante está floreciendo: el Jardín Circunvalar de Medellín en conjunto con las Huertas Comunitarias.
La Fundación Salva Terra y la Secretaría de Medio Ambiente de Medellín se han unido en un convenio para articular acciones, esfuerzos y conocimientos en la implementación de buenas prácticas socioambientales y agroecológicas.
El Jardín Circunvalar no es solo un espacio verde, sino un proyecto de transformación social. A través de la formación y el desarrollo de capacidades para el empleo en las comunas 3, 6 y 8, busca generar oportunidades de desarrollo para las comunidades locales y contribuir a la recuperación ambiental de la ciudad.
El proyecto ha logrado resultados impresionantes:
700 personas han sido formadas en prácticas agroecológicas y socioambientales, empoderándolas con herramientas para construir un futuro más sostenible.
31.000 metros cuadrados de tierra han sido recuperados y convertidos en espacios verdes productivos, mejorando la calidad ambiental de las comunas.
22 barrios de Medellín se han beneficiado del proyecto, impactando positivamente la vida de miles de personas.
Un futuro verde para Medellín: El Jardín Circunvalar y las Huertas Comunitarias son un ejemplo de cómo la colaboración entre entidades públicas, privadas y comunidades puede generar un impacto positivo en el medio ambiente y la sociedad. Este proyecto inspira a otras ciudades a seguir su ejemplo y construir un futuro más verde y sostenible para todos.
Para más información: https://fundacionsalvaterra.org/
Mocoa, Putumayo, Colombia – En el corazón de la Amazonía colombiana, donde la naturaleza aún reina con fuerza, un proyecto innovador está endulzando la vida de las comunidades locales y protegiendo la biodiversidad. Se trata de Mieles de la Amazonía, una iniciativa de la Alianza Naturamazonas que busca velar por la conservación y el aprovechamiento sostenible de los recursos naturales a través de la meliponicultura, la cría de abejas sin aguijón.
Más que miel: Mieles de la Amazonía no solo produce miel de alta calidad, sino que también genera un impacto positivo en el ecosistema y en las comunidades locales. Las abejas meliponas, conocidas como ángeles guardianes de la selva, son polinizadoras claves para la salud del bosque. Al fortalecer las poblaciones de estas abejas, el proyecto contribuye a la conservación de la flora y fauna nativa, la seguridad alimentaria y el equilibrio ecológico.
Un camino de transformación: Desde su inicio, Mieles de la Amazonía ha logrado capacitar a más de 400 personas en aspectos básicos de la meliponicultura, brindándoles las herramientas y el conocimiento necesarios para convertirse en apicultores sostenibles. A través de cursos de entrenamiento, asesoría técnica especializada y apoyo a la gestión legal, el proyecto empodera a las comunidades locales, permitiéndoles generar ingresos y mejorar su calidad de vida.
El éxito de Mieles de la Amazonía lo convierte en un modelo replicable para otras regiones del país. Su enfoque en la sostenibilidad, la capacitación y el desarrollo local lo posiciona como una iniciativa de alto impacto, capaz de generar cambios positivos en la economía y el medio ambiente.
Un llamado a la acción: El proyecto invita a todos a unirse a la causa. Consumir miel de la Amazonía no solo es un placer dulce, sino que también representa una acción concreta en favor de la biodiversidad y el bienestar de las comunidades locales.
Mieles de la Amazonía: un proyecto que endulza el presente y construye un futuro sostenible para la Amazonía colombiana.
Para más información: https://www.youtube.com/watch?v=WsVgCqhgq1E