Día Mundial de la Infancia: Aprender y Construir Patrimonio desde la Experiencia
Cada 20 de noviembre, el Día Mundial de la Infancia nos invita a reconocer los derechos de los niños, niñas y adolescentes, asegurando su participación en espacios que fomenten el aprendizaje, la identidad y la apropiación de su entorno. En este contexto, el acceso al patrimonio cultural es un derecho fundamental que les permite comprender su historia, valorar su comunidad y fortalecer su sentido de pertenencia.
Uno de los proyectos que ha impulsado esta visión es Civinautas, un programa que promueve el acercamiento de la infancia y la juventud a la memoria y el patrimonio a través de experiencias educativas activas. A través de recorridos, talleres y exploraciones vivenciales, los participantes descubren, interpretan y reconstruyen el significado del territorio que habitan, integrando sus propias narrativas y conocimientos en la construcción del patrimonio colectivo.
Patrimonio cultural desde la infancia: un aprendizaje participativo
El aprendizaje del patrimonio cobra valor cuando los niños y niñas pueden experimentarlo de manera directa. Con este propósito, Civinautas ha desarrollado procesos pedagógicos en diferentes localidades, generando espacios donde los participantes pueden explorar su entorno y reflexionar sobre su papel en la comunidad.
Un ejemplo de esto es la experiencia desarrollada en Kennedy, donde niños, niñas y adolescentes de la Fundación PT participaron en el proceso formativo Historias “Buena Papa”. A través de este ejercicio, se plantearon la pregunta ¿Qué hago yo por mi barrio?, incentivando el reconocimiento de su entorno y su rol en su transformación.
Como parte de esta iniciativa, realizaron un recorrido por Ciudad Bolívar, utilizando el TransMiCable para conocer una perspectiva diferente de la ciudad. Durante la visita, exploraron el Museo de la Ciudad Autoconstruida y el Museo Café El Rincón del Paraíso, donde reflexionaron sobre la relación entre la comunidad, la autoconstrucción y el medio ambiente. Esta experiencia fortaleció su sentido de pertenencia y resaltó la importancia de la colaboración y la memoria colectiva.
Niñez y patrimonio: ser protagonistas de la historia
Más allá de la enseñanza tradicional, programas como Civinautas buscan posicionar a los niños y niñas como actores fundamentales en la construcción del patrimonio cultural. Al reconocerlos como sujetos con voz propia, el programa abre espacios para que se apropien de su historia, la interpreten y la transformen.
Según Tatiana Dueñas, coordinadora del programa:
“Los procesos que desarrollamos buscan reconocer sus maneras de vivir y habitar sus territorios desde sus narrativas, expresiones gráficas y saberes. Además, abrimos paso a la construcción de conocimientos en torno a prácticas, manifestaciones y memorias que les resultan significativas en su vida cotidiana”.
Este enfoque fomenta una comprensión más amplia del patrimonio, entendiendo que no es algo estático, sino un proceso en constante cambio, en el cual las nuevas generaciones tienen la oportunidad de aportar desde sus experiencias y perspectivas.
Explorar, reflexionar y transformar el territorio
El programa Civinautas está estructurado en cuatro módulos que permiten a los participantes construir una relación progresiva con su territorio:
1. Mi cuerpo como primer territorio – Reflexión sobre la identidad personal y el cuerpo como espacio de memoria.
2. Territorios próximos – Exploración del entorno inmediato, sus dinámicas y su transformación en el tiempo.
3. Mi localidad y Bogotá – Conexión con la historia y la identidad barrial y distrital.
4. Mi patrimonio – Análisis de las manifestaciones culturales, prácticas comunitarias y bienes patrimoniales.
A través de talleres, recorridos y bitácoras de experiencias, los niños registran sus aprendizajes, promoviendo el pensamiento crítico y el fortalecimiento del sentido de pertenencia. Además, el programa involucra a docentes y familias, impulsando metodologías innovadoras para la enseñanza del patrimonio en el aula y en espacios comunitarios.
El valor del patrimonio en la infancia
La infancia es una etapa clave para la construcción de identidad y valores. Iniciativas como Civinautas permiten que niños y niñas se conviertan en guardianes y narradores de su propia historia, promoviendo la inclusión, el respeto por la diversidad y la conciencia sobre la conservación de su entorno.
En este Día Mundial de la Infancia, experiencias de aprendizaje como esta nos recuerdan que el patrimonio no solo se hereda, sino que también se crea y se transforma a través de cada generación. Proporcionar herramientas para que los niños conozcan su historia y participen en la construcción de su futuro es clave para fortalecer comunidades más conscientes y comprometidas con su legado cultural.